CARPE DIEM

CARPE DIEM
Relato de Montse Huguet Valle
Otoño 2010











Capìtulo 1

Alguien me dijo : si, a partir de ahora ,¡a salto de mata…¡
Es el lenguaje del cazador…solo saltan las matas, las liebres, las gacelas, los caballos, perros, gatos…toda la especie depredadora…la humana, también.
La supervivencia, el instinto, son los que mandan, lo demás son escusas…es dorar la píldora, con halagos, disfraces, palabras, que esconden solo, el brutal deseo de follar y se acabó .La necesidad , llega a un punto que no solo aprieta, sino que ahoga.
Así las cosas, decido ponerlo en práctica. Aquí me teneis, la primera en la frente, digo, en el bar de la esquina, mirándole como solo una gata en celo sabe, un macho de unos cincuenta años, con una agradable media melena blanca, debe medir un metro 80, y no para de mirarme con sus preciosos ojos verdes…¡¡Seguro que algo me quiere, mirar, seguro, porque lo hace y de qué manera. Insistente…¡¡¡con una media sonrisa, entre curiosa y provocativa…
Y a mí, basta que me provoquen para que salte…¡¡¡
Lo que vino después, pertenece al ámbito privado.

















Capitulo 2




Dificultades , pero comprendo la urgencia de los retales, por salir del anonimato.
Mató a su abuelita porque estaba harta de hábitos franciscanos, y un fuerte olor a desinfectante...que sonaba como un rosario encendido a media noche, en medio de una plegaria inútil....
Se descomponían los recuerdos, frágiles como eran en su cerebro. Piezas de un puzle doloroso y a veces sonoro.
No tuvo tiempo ni ganas de retenerlos, simplemente afloraban como una lluvia suave y otoñal.
Cuando no tenía nada que hacer, sólo escucharse, mirarse al espejo roto del pretérito perfecto…
Entonces surgen como flechas envenenadas , todas las palabras desordenadas, que bullen en la cabeza.
Y los gatos de la noche, pierden los adjetivos, solo maúllan, saltan fornican, y persiguen hojas secas que el viento se lleva.
La paliza que me di subiendo la cuesta que me llevaba a la fuente, no estuvo mal, olía a mierda de perro, a laurel y tierra mojada.
Después de mucho tiempo, se decidió a responder, con silencios agudos, muy agudos…pero al fin,…
Algo es algo, aunque sea nada.








Capitulo 3
Se descomponía por momentos, todos los fragmentos de la ventana, quedaron esparcidos por el suelo. Minúsculos trocitos de cristal, desdibujando sus ojos, que ya no se reflejaban.
La tempestad hizo muchos estragos en el barrio.
Los gusanos que se alimentaban del tronco del árbol de la plaza, tuvieron una muerte lenta y húmeda; parecida a la muerte del corazón enamorado.
Por fortuna , no todos los gusanos son corazones, y menos en celo, por algo imposible, como la reproducción, después de una tormenta de verano.

Capitulo 4

Todas estas situaciones, responden al interior del alma, atormentada, como una bujía después de brillar en exceso…
La pobre , dolida por diversos acontecimientos adversos, que la herían oblicuamente.
A propósito de versos; el asesinato de la abuelita, fue un hecho puntual, muy comentado en el barrio.
Los últimos años, los vecinos, pudieron comprobar que los gritos de la fallecida, eran insoportables.
¡Qué alivio…¡
Sin embargo, los tranvías, seguían haciendo chirriar sus ruedas sobre la vía.
Se duermen las palomas, sobre la fuente de la plaza, afortunadamente ajenas a la tragedia, que la vida dejaba en el interior de las casas.
Por supuesto, las cerillas fueron un instrumento útil para el asesinato.
Quién lo iba a decir, tan buena la nieta, y lo silenciosa que iba siempre al Instituto…
Nadie lo hubiera dicho. Menuda mosquita muerta.
Las apariencias engañan, y las palomas, y las sonrisas, y las miradas…mucho, mucho más.¡¡¡¡
Ya me duele la mano y la memoria.
Así son los recuerdos, a veces…



Capítulo 5


Se dormía cada tarde. La comida era frugal, había perdido el apetito.
El sofá acogía su cuerpo frágil y bello.
Los nietos, es lo que tienen, son unos mimados.
Además, la infancia está para el engaño, la inocencia es campo abonado para la mentira; todos lo saben.
Quizás por eso, los perros quieren tanto a los niños, huelen su belleza , la bondad innata, que , con el paso de los años, se transforma en crueldad ,maligna y sádica.
Así suele ocurrir en muchos casos, sobre los que nunca nadie habla ni escribe.
Pero a veces, la felicidad consiste en vengarse, o como mínimo, se duerme mejor…
Así lo creía ella.

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