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UN GOVERN DE FABULA O LES CABRETES I EL LLOP...

UN GOVERN DE FÀBULA. LA HISTÒRIA DE LES CABRETES I EL LLOP(VERSIÓ ACTUAL) Hi había una vegada un llop anomenat Mas, que es difressava de iaia, d´ovella, de mare, d´home respectuós, amb els drets humans, amb camisa i corbata… Amb l´intenció de que les cabretes ( o sigui el poble) el votesin com a president. Algunes van caure en el parany, se´l van creure, i el va votar. Un cop elegít cap del govern de cabreteslandia, es va treure les màsqueres , disfreses i va mostrar el seu veritable rostre de llop, avariciós i cruel. Era el representant d´un ramat de llops – els capitalistes- Sense cap mena d´escrúpols, va començar a menjar-sea les cabretes. Còm? Doncs amb retalladles a tort i a dret, sense miraments. Es va menjar les cases, fent for a qui no les podía pagar. Van fer fora al malalts de les clíniques, i van tancar hospitals, utilitzant, mentides i enganyifes com arma. I també la policía. Va crear més atur, tancant fabriques, obres publiques. Va desmantelar els serveis pu

Lo que piensa Paolo de mi...

...Me doy cuenta de la formidable luz extranatural que despiden por sus ojos verdes, una luz que parece estar relacionada con una energía enorme y misteriosa, tal vez la misma que alimenta esa carcajada y le confiere a todo su ser la salvaje sensualidad de los dominantes. Soy incapaz de no mirarla, y en esas dos o tres ocasiones en que ella me mira a mi, el esfuerzo de sostener la mirada me produce una extraña,instantánea sensación de liquidez, como si las defensas se diluyeran,el instinto de conservación se disolviera en una letal pasividad, y de repente la eventualidad de ser, pongamos, echado en un sofá y devorado vivo si oponer resistencia ya no estaría tan lejana...

EL HOMBRE QUE AMABA LOS ÁLAMOS.

En fila india, se distribuían por la carretera, mostrando sus bellas y verdes hojas.Sin lugar a dudas, la rebosante primavera, exponía sus mejores galas . Abril amaneció lluvioso. Cada cuatro metros, alguien decidió plantarlos. Con mucho tino, a fin de que las raíces no se encontraran. A pesar de todos los cuidados, la fuerza subterránea, pudo con el cemento y los ladrillos. Se rompieron. Manuel era un hombre aparentemente tranquilo. Cada día paseaba bajo los álamos, tocaba con cariño los troncos, paseando por ellos, su mano y su mirada… Se diría que los amaba. Se entretenía con cada uno, escribía misteriosos signos… Intenté descifrarlos sin éxito. Pasados unos días, le pregunté por su significado. No me respondió, solo me miró, con una mirada profunda y triste. Parecían mensajes silenciosos al corazón del árbol. Posiblemente, lo álamos sí entendían…¡ Sentían en su piel, la caricia, las formas; geometrías silenciosas, que amorosamente Manuel dejaba grabadas en su tronco.

CARPE DIEM 14

CAPITULO 49 A la abuela se la hacía cada vez más difícil entrar en la cocina, y encender el gas para guisar; a penas veía. Así que fue fácil imaginar la forma de cargársela. Un día que estaban solas las dos, la abuela, como de costumbre, hacia la una de la tarde, fue a la cocina para hacer la comida. Llenó la olla de agua y la puso encima del fogón, abrió el gas, fue a por las cerillas , pero no estaban en su sitio…¡¡¡busca que busca, no las encontraba,¡¡¡el gas se escapaba, por el quemador.,¡¡¡ Se olvidó que lo tenía abierto, es lo que tiene ser viejo… Preguntó a la nieta si las había visto…¡Dichosa caja¡…¿para qué coño las había cogido la niña?...es que no tiene remedio. Fernandina estaba estaba en la calle, contemplando las palomas, arrullada por sus especiales gorgeos ligones. Había escondido las cerillas en el cajón de la mesita de noche de la abuela. Al fín las encontró, cuando llegó a la cocina, prendió la cerilla y ¡PUM¡¡¡, todo el gas concentrado explotó , se quemó la co